Poesias

La guerra es así

Qué les importa a ésa gente, el dolor que no le gasta.
El viento que te hiela, el humo que te ciega.
En la trinchera, las pulgas, los piojos y la metralla.
Y el hambre y el miedo y si te mueres y si te matan.
Así es la guerra, un enorme Océano de mierda;
Y olas y olas de putrefacta carne humana.
Alentados desde lejos, por parásitos de cámara.
Cultivan crespones negros. ¡Maldita prosapia!
Desparramados, ojos y pies y manos se encallan.
Es la foto descolorida, de una historia atravesada.
La guerra es así: una sanguinolenta lágrima;
De árboles segados, de primaveras truncadas.
Y tú, y yo, frente a frente, con la bayoneta calada.
Tú, con tu idioma, de vendedor de alfombras.
Yo, con mi jerigonza, de Occidente disfrazada.
Saturados los fusiles. Enmohecida la memoria.

anonimo


Llamadme traidor

Llamadme traidor, por no emocionarme
Vuestras banderas; por no arrodillarme;
Por declinar una España, de águila oxidada;
Por no disfrazarme, con traje de patria.
Nuevos valles, acogerán el cuenco de mis versos,
Y la semilla de calabaza que, compendia,
Todo el conocimiento del Universo.
Llamadme cobarde, por la insumisión elegida.
Insumisión que testimonia, sombras, sobre sangre vertida.
Qué importa que, vuestras cenizas de olvido, ambicionen,
Sofocar el rescoldo, de la memoria en que habita.
Nuevos aires cimeros, aventarán los viejos tiempos,
Y me sentaré, en la mesa de vuestros enemigos,
Y besaré, las mejillas sonrosadas de sus hijos.
Y sembraré, futuro de alas en nuestras vidas.
Llamadme apátrida y acertaréis; cabalgaré

Sobre las pálidas nubes, borrando fronteras.
Alimentaré de memoria, los sueños, de los sin tierras.
Llamadme negligente, por negaros mi voz;
Por vedaros el derecho a suplantarme;
Por rechazar con rudeza vuestro sistema:
Pretensión obstinada, de pintarme a vuestro
Arbitrio, en el cuadro de la historia.
Cuando pasee, saboreando mis calles,
Señaladme, sí; decid: ahí va el anarquista;
El ateo degenerado, disoluto y libertino;
El que nunca, esta de acuerdo en nada;
El que ataca, la moral de las personas decentes.
Me estáis significando, el correcto camino.
Escupid, escupid al pasar, mi gesto libertario:

Puños que despiertan la sangre dormida.
Vuestra saliva me subraya, el sendero equivocado.
Cuando me emplacéis para la guerra,
Yo convocaré el consejo de ancianos.
Y, entonces... me llamaréis terrorista.
Llamadme también extranjero, porque...
Mi patria es el mundo y, mi familia, la humanida.
SALUD, ANARQUÍA Y REVOLUCIÓN SOCIAL

anonimo


Buenaventura Durruti


Con roja sangre sobre negros pergaminos,
Escrita esta la palabra que al poder atemoriza,
Cincelada a dentelladas por hombres rebeldes,
En lucha desigual contra el garrote asesino,
Vuela afirmada por vientos clandestinos,
En pueblos desamparados alumbra esperanza,
Son muchos quienes pretenden silenciarla,
Sus letras les asustan y quieren borrarlas,
Para que los oprimidos no puedan alcanzarla,
Y atesoren como gritos en sus gargantas,
Pasará de manos en manos empapando,
Macetas plantadas de cobarde silencio,
Y la flor de sus corazones ahogada,
Las semillas abonadas por nuevos pensamientos,
Se esparcirán por el universo arraigando,
La roja y negra palabra confederada: “Durruti”

anonimo


Hijos de puta

Hay hijos de putas
que, si son putas sus madres,
son pobres putas,
que son putas por hambre,
que alquilan sus cuerpos
para llevar alimento
a la carne de sus carnes;
a la sangre de su sangre;
hay hijos de puta
que….., son putas por hambre.

Pero…., hay hijos de puta
que, si sus madres son putas,
no son putas por hambre.
estos son hijos de puta “ respetables”
son hijos de grandes putas
cuyas madres, aun siendo putas
son saludadas en las calles
por curas, comerciantes y alcaldes.

Es innegable,
que hay hijos de puta “honorables”,
cuyos padres son reyes;
gobernantes, generales,
almirantes, banqueros,
terratenientes, usureros,
cantantes y toreros.
estos…., estos si que son
hijos de grandes putas,
y…., no, los hijos de puta
cuyas madres, son putas
pero…., son putas por hambre.

Hay hijos de puta
cuyas madres son putas elegantes,
que viven del dolor,
del sudor y la sangre
de los hijos de puta
cuyas santas madres
si es, que fueron putas
fueron putas por hambre.

Autor: Manuel Alvarez
Extraída de su libro de poesías.